Cupressus lusitanica Mill.

Ciprés

Cupressus lusitanica Mill

Familia: Cupressaceae

Nombre común: Ciprés

Descripción botánica:

Hábito: Arbusto o árbol perennifolio, que alcanza alturas de 25 a 30 m, con fuste recto, ligeramente acanalado en la base.

Tallo: Tronco recto. Ramas extendidas, algo ascendentes. Corteza de color gris o pardo rojizo, resinosa.

Hoja: Hojas en forma de escamas, con ápice agudo, imbricadas, verde azulado oscuro. Las hojas son ovaladas o punteagudas, con una glándula en el dorso.

Flores: Árbol monoico, cuyas flores masculinas se encuentran en amentos, situados en las extremidades de las ramas, con cuatro hileras de brácteas que protegen los sacos políneos, excepto las apicales que son estériles. Las flores femeninas presentan una inflorescencia globosa y son formadas por escamas gruesas que con excepción de las inferiores, abrigan a varias series de óvulos.

Conos: Los conos masculinos son ovales de casi 4 mm de largo y color amarillento en la parte terminal de las ramillas. Los conos femeninos globosos, de 8 a 16 mm de diámetro, , café-rojizos, en las axilas de las ramas, dehiscentes, se vuelven duros y leñosos.

Semillas: Aproximadamente 50 a 120 semillas por cono, semillas angulares e irregulares, aplanadas.

Fenología: La floración se presenta de septiembre a octubre, aunque es una especie de floración temprana, 2 a 5 años, solamente los árboles de 10 a 12 años producen semillas de calidad.

Hábitat: Dentro de su rango natural prefiere altitudes de 1800 a 2600 m.s.n.m., con precipitaciones promedio de 1500-2500 mm anuales y una temperatura mayor de 12 °C. Prefiere suelos de origen volcánicos, húmedos, profundos y bien drenados, franco arcillosos a franco arenosos, pero tolera suelos infértiles, calcáreos y arenosos. Se desarrolla en laderas, barrancas y cimas rocosas.

Distribución geográfica: Especie nativa de México hasta El Salvador.

Usos y propiedades: La bebida del cocimiento de sus brotes jóvenes, con azúcar, se emplea para curar los catarros. Es usado por los indígenas para curar cicatrices de enfermedades como el sarampión.